
Este 19 de febrero, como parte de nuestra vida, compartimos el día grande, el inicio de un nuevo año para el Pueblo Camëntsá. Sentimos a través de la melodía tradicional, el baile, los saludos, la alegría y tal vez, la tristeza por los conflictos internos de división, que nuestro juabn (pensamiento) se mantiene y es compromiso de cada uno de los Camëntsás conservar estas manifestaciones para transmitirlas de generación en generación. Pay, (gracias) a Angelita, mi hija; Liliana, mi compañera, y toda mi familia por hacer grande el Clestrinye.
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