viernes, 30 de marzo de 2007

LOS HUMEDALES DEL VALLE DE SIBUNDOY


Humedal del Valle de Sibundoy

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Históricamente y en términos generales los humedales han sido considerados
como áreas malsanas para los asentamientos humanos y que no generan ninguna
utilidad, muy propensas para albergar vectores de enfermedades y consideradas
zonas donde habitan animales peligrosos, por lo que culturalmente la mentalidad
hacia estos ecosistemas es la de emprender acciones para su destrucción, siendo
el mecanismo más efectivo para lograr dicho objetivo la implementación de
sistemas de drenaje.
Esto ha conllevado a que más de la mitad de los humedales del mundo hayan sido
destruidos, donde el desconocimiento de la dinámica de los mismos y de la
importancia para la regulación ambiental ha jugado un papel decisivo en su
decadencia, perdiéndose por esto una gran riqueza natural propia de estos
ecosistemas húmedos de regiones templadas pero principalmente de las zonas
tropicales, situación que se agrava con su incorporación a la productividad
agropecuaria, construcción de ciudades y diversos tipo de obras de infraestructura.
Por otra parte el cambio climático se ha convertido actualmente en la mayor
amenaza para los humedales, en consecuencia a la superficialidad de sus láminas
de agua lo que les hace especialmente vulnerables a los cambios hídricos por la
disminución en los recambios del vital líquido. La reducción de los recursos hídricos
subterráneos, el incremento de la evaporación por la intensificación del calor, la
mayor irrupción de sequías, conllevaran a los humedales a crisis ecológicas
severas.
Actualmente a nivel mundial los diversos tipos de percepciones negativas sobre los
humedales han comenzado a cambiar y se observa una mayor conciencia sobre la
necesidad de protegerlos como un principio de resguardar la supervivencia misma
de la especie humana y en este sentido se observa mayores niveles de
compromiso de las comunidades y de voluntad política de las instituciones con este
tema.

Anónimo dijo...

Históricamente y en términos generales los humedales han sido considerados
como áreas malsanas para los asentamientos humanos y que no generan ninguna
utilidad, muy propensas para albergar vectores de enfermedades y consideradas
zonas donde habitan animales peligrosos, por lo que culturalmente la mentalidad
hacia estos ecosistemas es la de emprender acciones para su destrucción, siendo
el mecanismo más efectivo para lograr dicho objetivo la implementación de
sistemas de drenaje.
Esto ha conllevado a que más de la mitad de los humedales del mundo hayan sido
destruidos, donde el desconocimiento de la dinámica de los mismos y de la
importancia para la regulación ambiental ha jugado un papel decisivo en su
decadencia, perdiéndose por esto una gran riqueza natural propia de estos
ecosistemas húmedos de regiones templadas pero principalmente de las zonas
tropicales, situación que se agrava con su incorporación a la productividad
agropecuaria, construcción de ciudades y diversos tipo de obras de infraestructura.
Por otra parte el cambio climático se ha convertido actualmente en la mayor
amenaza para los humedales, en consecuencia a la superficialidad de sus láminas
de agua lo que les hace especialmente vulnerables a los cambios hídricos por la
disminución en los recambios del vital líquido. La reducción de los recursos hídricos
subterráneos, el incremento de la evaporación por la intensificación del calor, la
mayor irrupción de sequías, conllevaran a los humedales a crisis ecológicas
severas.
Actualmente a nivel mundial los diversos tipos de percepciones negativas sobre los
humedales han comenzado a cambiar y se observa una mayor conciencia sobre la
necesidad de protegerlos como un principio de resguardar la supervivencia misma
de la especie humana y en este sentido se observa mayores niveles de
compromiso de las comunidades y de voluntad política de las instituciones con este
tema.